11 03 Entrevista En su encuentro con Lighthinking, Paolo Granata (Universidad de Toronto) nos cuenta el valor de la creatividad como factor de desarrollo para las ciudades. adquiere forma en la ciudad y, a su vez, las formas urbanas condicionan el pensamiento» ( La cultura de las ciudades , 1938). Por tanto, la ciudad no es solo un laboratorio experimental o de cohesión social. Es el lugar donde se forma la experiencia humana, un espacio capaz de «transformar el poder en estructuras, la energía en cultura, elementos inertes en símbolos vivos del arte, y la reproducción biológica en creatividad social» ( La ciudad en la historia , 1961). Algunos años más tarde, otro gran pensador del siglo XX, el canadiense Marshall McLuhan, uno de los principales exponentes de la llamada Escuela de Toronto, definirá el espacio urbano como el lugar caracterizador de la experiencia educativa en la sociedad contemporánea, un espacio de aprendizaje, de participación cultural, indispensable para la Hace un siglo aproximadamente, en una metrópoli dominada por la confusión de la urbanización moderna, los pensadores de la escuela de Chicago –Charles Cooley, Robert Park y Roderick McKenzie entre otros– concibieron una idea de ciudad absolutamente nueva. No un simple territorio de agregación económico y social, sino un lugar donde las ideas adquieren forma, un espacio para el diseño conceptual: la ciudad como gran laboratorio urbano. En los mismos años, el intelectual neoyorquino Lewis Mumford identificaba en la idea de ciudad los rasgos tangibles de esa acción lenta y constante del hombre en su propio espacio, dirigida a satisfacer sus necesidades de seguridad, estabilidad y prosperidad. Las palabras del gran urbanista americano aún resuenan como un manifiesto para el diseño conceptual del espacio urbano: «El pensamiento PaoloGranata Iluminar el ecosistema urbano: la creatividad como diseño conceptual Universidad de Toronto formación del individuo. Imaginar La ciudad como un aula (1977) es para McLuhan una invitación a descubrir la complejidad de las relaciones existentes entre la tecnología y la cultura, entender cómo el espacio urbano se modela y recrea constantemente a través de las tecnologías del conocimiento. Los medios, explica McLuhan, al igual que las innovaciones tecnológicas, no son herramientas neutras. Forman un auténtico espacio, el hábitat en el que se desarrolla la existencia humana. Del mismo modo, la ciudad –expresión de la capacidad del hombre para transformar y plasmar su espacio– se convierte en una extensión del ecosistema humano. El individuo y el espacio humano forman un sistema único, donde la relación de interdependencia y reciprocidad que entre estos subsiste no es otra cosa que la manifestación de su

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