En octubre de 2008 se inauguró el Tenerife Espacio de las Artes (TEA) de Santa Cruz, en la isla de Tenerife. Con sus 20.000 m2, el TEA es una infraestructura cultural que nace con una decidida vocación de aglutinar el arte generado contemporáneo en todas sus manifestaciones, pero también es una estructura urbana que conecta el casco antiguo de la ciudad con la zona moderna.
La idea básica del edificio proyectado por Herzog & De Meuron se centra en una serie de elementos diagonales en planta y unos suelos inclinados, que incluyen una rampa, para que el espacio público penetre en el edificio y confluya en el patio. Su diseño facilita la apertura de sus espacios interiores hacia el exterior, aportando luz y dinamismo a todo el conjunto, incluso por la noche, cuando la luz artificial sale por las abertruas irregulares de las paredes y se expande hacia la ciudad. El edificio acoge la colección permanente, salas de exposición temporales, un auditorio, una biblioteca, el Centro de Fotografía Insular, el Instituto Óscar Domínguez y la Biblioteca de la Red Insular, además de una cafetería/restaurante y una tienda. El edificio cuenta con una singular decoración de pequeños vanos acristalados. Se trata de unos 1.200 cristales de 720 medidas y formas distintas, distribuidos en las fachadas. Estos se obtuvieron a partir del tratamiento digital de una imagen vinculada con la isla: el pixelado ampliado de una fotografía de los reflejos del sol sobre el mar, aplicada al hormigón de las fachadas y a la apertura de huecos, que confieren una iluminación muy singular al edificio. Con ellos, durante el dia, se consigue una peculiar distribución de la luz natural que se filtra hacia el interior y, por la noche, se crea una imagen sorprendente del edificio con la luz artificial saliendo del interior hacia el exterior. Para el proyecto luminotécnico, iGuzzini ha ofrecido su experiencia y sus productos para satisfacer las múltiples exigencias de las diferentes áreas. En el exterior, se han instalado luminarias
Linealuce empotradas que, adaptándose al edifico con el menor impacto visual, aseguran una emisión difusa y homogénea; las luminarias empotradas en el pavimento
Light Up Walk garantizan el máximo confort visual; los proyectores
MaxiWoody y los Light Up Walk Professional on óptica spot, instalados al final de la rampa, crean sugestivos recorridos de luz. En el interior de la biblioteca, los fluorescentes Lineup ofrecen una iluminación indirecta ideal, mientras que, en las salas de exposiciones, se han instalado luminarias especiales (bandas fluorescentes). En la sala con la colección permanente, se han utilizado proyectores Tecnica, con óptica spot y flood, y proyectores
Le Perroquet suspendidos que, gracias a su fácil orientación, permiten valorizar los detalles y, si se utiliza un filtro difusor, aseguran una iluminación uniforme de las paredes con un efecto tipo wall washer.