El reto afrontado por Manuel Carazo junto con Spotlux (iluminación y domótica) para iluminar el paseo marítimo cerca del núcleo histórico de Villa de Bouzas (Vigo) fue el de conseguir fusionar los ámbitos de la luz y la arquitectura, conservando la transición entre el carácter urbano de la zona con el entorno natural en el que se encuentra.
El Concello de Vigo adjudicó la reurbanización del paseo marítimo de Bouzas a Santorio Arquitectos, que se encontró operando en un contexto complejo, ya que el espacio comprende terrazas naturales, un animado paseo marítimo, viviendas y elementos históricos.
El concepto de arquitecto y diseñador de iluminación para la iluminación preveía una integración armoniosa con la arquitectura y el espacio, para crear un ambiente público inclusivo, agradable y que invitara a compartir.
Las zonas más problemáticas se encontraban precisamente a lo largo del paseo: el acceso a la pasarela situada sobre el mar estaba prohibido debido a su mal estado, así como estaba deteriorado el pavimento de piedra y, por último, la zona escalonada que da a la bahía debía adaptarse para la circulación peatonal y para permitir el acceso al espacio portuario. En el momento de la puesta a punto de la iluminación, además de su función, se dio especial relieve al impacto estético de los aparatos, considerados elementos de diseño de mobiliario urbano. En la primera parte del paseo, más ligada a la ciudad, el pavimento de granito se une a la madera de Elondo (conocida también como roble africano, utilizada por su resistencia). El encuentro entre estos dos materiales está marcado por una línea de empotrables de la familia Light Up Orbit (Ø 28mm), que consumen solo 1W. A lo largo de este recorrido encontramos también zonas verdes ajardinadas (incrementadas en un 63% con la reurbanización) y pérgolas equipadas, elementos fundamentales del proyecto arquitectónico como puntos de encuentro y de esparcimiento, iluminados con proyectores MaxiWoody Compact (con óptica wide flood y un sistema especial de anclaje para catenaria).
En esta misma zona se han identificado algunos de los elementos del patrimonio tanto histórico como vegetal a destacar con la iluminación. En este caso se han instalado empotrables de la familia Light Up Earth (Ø 144 mm) con óptica Wide Flood para señalar los accesos a las viviendas de los pescadores, considerados precisamente elementos emblemáticos dentro del proyecto. Para dar dinamismo y fluidez, el estudio de arquitectura Santorio Arquitectos ha proyectado una inclinación de los postes cónicos, sobre los que se instalan los proyectores, de 5° respecto a la vertical. La orientación de los proyectores ha permitido una reducción de su número minimizando el consumo energético y la contaminación lumínica. Para mantener la coherencia estética, se han elegido los MaxiWoody Compact con óptica wide flood que, con el uso de una lente elíptica, ofrecen al paseo marítimo una agradable uniformidad. Como complemento se han instalado también bolardos iWay redondos con óptica Super Comfort 360º y con el máximo de resistencia antivandálica, un IK10.
Después de atravesar la sección más urbana y construida, el paseo marítimo se despliega hacia un entorno más naturalizado, donde el pavimento deja paso a un sendero de tierra, con islas de vegetación de especies autóctonas, como abedules y sauces de grandes dimensiones que han sido preservados con cuidado durante la ejecución de los trabajos. Para este tramo se han propuesto también empotrables Light Up Earth con ópticas Wall washer para destacar tramos rocosos y ópticas Flood para iluminar la vegetación. En el corazón del segmento central del paseo marítimo se encuentra la escalinata que desciende de forma armoniosa hasta alcanzar el mar: un banco de 250 metros que proporciona un espacio versátil y acogedor. La construcción de esta escalinata es un éxito ingenierístico, ya que se ha realizado en una zona de marea desafiando así los límites convencionales. Para garantizar la accesibilidad completa a la zona de las escalinatas, se ha implementado una rampa longitudinal que, de forma ingeniosa, ha aprovechado la presencia de un acantilado preexistente. De este modo, se ha asegurado que todos los visitantes puedan disfrutar plenamente de este espacio único.
La temperatura de color de toda la intervención es de 3000 K, elegida para respetar las exigencias de fauna y personas y para crear un ambiente relajado. Todos los aparatos de iluminación están equipados con driver DALI, que permiten su regulación.
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