La Catedral de San Pedro, uno de los iconos de la reforma protestante, es un imponente edificio románico-gótico que domina el centro histórico de Ginebra con su fachada neoclásica de 1750.
Su construcción, iniciada en 1160 sobre un santuario cristiano del siglo IV, duró 150 años. Esta catedral fue objeto de varias intervenciones a lo largo de los siglos. Convertida en iglesia protestante en 1536, fue despojada de sus altares, cuadros, estatuas y muebles; solo se salvaron las vidrieras del coro y los capiteles de la nave central en los que se representan criaturas míticas y figuras humanas. En ella, Calvino leyó y explicó las Sagradas Escrituras durante 23 años.
En 2010, el proyecto para la nueva iluminación exterior e interior de la catedral -presentado por el estudio Ruffieux Chehab Associes y Piero Castiglioni- fue elegido por la Fundación Clefs St. Pierre para su realización y se ha finalizado en 2017. La elaboración del proyecto definitivo y la integración arquitectónica fueron coordinadas en colaboración con el estudio GM Architectes Associés de Ginebra, responsable de la restauración de la catedral, bajo la dirección del arquitecto Tiziano Borghini.
Tras las modificaciones aportadas durante la Reforma, el interior de la catedral era austero, despojado y caracterizado por el ritmo de las columnas. La luz diurna entra por las altas ventanas decoradas con vidrieras policromadas, proyectando una luz difusa, suave, homogénea, dinámica por naturaleza y cromática en función de las horas y las estaciones. La iluminación artificial mantiene y respeta la arquitectura y la atmósfera de los espacios, por ello se eligieron niveles de iluminación bastante bajos y fuertes contrastes, con una temperatura de color de 3000 K. Asimismo, se decidió conservar el aspecto formal de las grandes lámparas circulares situadas a media altura de las naves central y laterales. Este antiguo tipo de luminaria exigió la actualización de algunos materiales y lámparas que están gestionadas por un sistema de control.
iGuzzini fabricó las luminarias Cestelli circulares especiales, a partir del diseño de Piero Castiglioni, en varios diámetros: 3 m para la versión más grande, 2 m para la mediana y 1,5 m para la más pequeña. Estas luminarias de suspensión generan durante la noche la iluminación difusa y homogénea que reproduce el efecto de la luz natural diurna. La emisión directa de estas luminarias especiales está integrada por la iluminación indirecta de las luminarias lineales Underscore de 15 mm y 18 mm de ancho, montadas sobre perfiles y con soporte de inclinación diseñado específicamente a medida por iGuzzini.
Gracias a este soporte, fue posible instalar las líneas de Underscore en una posición ligeramente retrasada respecto a la altura de la última imposta de las bóvedas, con el fin de evitar el riesgo de dañar la imposta durante los trabajos de instalación debido a su fragilidad. Para iluminar algunos puntos destacados como, por ejemplo, el altar y algunas zonas del ábside, se utilizó la luz de acento de los proyectores iPro, en su versión más pequeña y, en algunos casos, instalados por grupos de 3, 4 y 6 productos y la luminaria Cestello de superficie. Los soportes de los proyectores fueron creados para minimizar el número de taladros en la piedra. La integración de los varios elementos de iluminación fue diseñada en colaboración con el estudio GM Architectes Associés y presentada in situ a la Dirección General del Patrimonio Arquitectónico del cantón para su puesta en obra específica. Para asegurar la integración perfecta con los distintos elementos arquitectónicos e históricos ya existentes como, por ejemplo, los marcos, las columnas y los capiteles de piedra, fue necesario realizar varios prototipos.
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