El complejo parroquial Madonna delle Grazie

La composición arquitectónica del complejo parroquial combina dos geometrías básicas: el círculo, una forma pura por excelencia que caracteriza la iglesia donde se celebra la eucaristía, y el rectángulo que da forma al bloque básico en el que se encuentra el claustro central. El volumen de doble altura de la iglesia delimita el centro de la composición. El bloque básico de una planta tiene la misma longitud del lado este-oeste de la construcción y sus fachadas destacan por una estructura de elementos de hormigón pigmentado de hierro. El color recuerda el de los ladrillos que, como en otros edificios agrícolas de la llanura del sur de Milán, actúan como filtro para la iluminación de los espacios interiores. La iglesia está construida sobre una planta compuesta por dos círculos concéntricos. En el interior, se celebra la eucaristía y los bancos convergen hacia el presbiterio. La luz natural que entra por el volumen circular exterior alcanza la nave y diseña un recorrido alrededor del volumen interior.

Las luminarias iRoll de pared y los proyectores Cestello, instalados en alto a lo largo de los perímetros de los volúmenes circulares interior y exterior, reproducen durante las horas nocturnas el efecto de la luz natural. Las luminarias Platea sobre poste iluminan las áreas exteriores de la parroquia.