Castellana 77

Azca es un barrio financiero de Madrid que fue construido en los años setenta y la torre del número 77 del Paseo de la Castellana, conocida como Torre Ederra o edificio Saint Gobain, es uno de sus edificios más representativos. Con el paso del tiempo, su fachada fue envejeciendo y perdiendo el diálogo, que todos los edificios deberían tener, con el contexto urbano en el que se encuentra.

Ahora, tras su reciente adquisición por parte del grupo inmobiliario Gmp y la remodelación dirigida por el estudio Luis Vidal + Arquitectos, la torre se ha transformado en un nuevo icono de Azca, sobre todo, gracias a la óptima gestión del impacto energético por la que ha conseguido la certificación LEED Oro.

La luz y la intensidad fueron los elementos de concepto a partir de los cuales el estudio de arquitectura diseñó su propuesta, con la certeza de que solo una identidad fuerte logra dar visibilidad a lo invisible. El primer objetivo definido fue domar la luz solar, dominarla y aprovecharse de ella para crear una imagen que expresase identidad, tanto durante el día como por la noche. La luz es fuente de energía, pero también de calor. Para resolver el problema, se recurrió al EFTE, material con el que se realizaron las láminas utilizadas en la fachada y que deja pasar la luz pero no su energía térmica. Las láminas, cuya orientación es fruto de un atento estudio de la exposición de las distintas fachadas a la luz solar, forman ondas con curvas específicas que crean sombras particulares para garantizar a los usuarios protección, ahorro energético y confort. A lo largo de las velas de EFTE, se instalaron kilómetros de líneas de luz Underscore InOut, RGB que, gracias al protocolo DALI, generan cambios de color y movimientos que encienden este edificio convirtiéndole en protagonista del paisaje nocturno: un edificio que cambia a través de la luz.