El Palacio Sturm de Bassano del Grappa alberga desde el 20 de abril la colección Remondini, la colección más importante y completa del mundo de la obra gráfica de Alberto Durero, después de la que se conserva en el Museo Albertina de Viena. Los 214 grabados expuestos comprenden las series completas del Apocalipsis, de la Gran Pasión, de la Pequeña Pasión y de la Vida de María, y sobre todo el famoso grabado del Rinoceronte, realizado para el Emperador Maximiliano, en recuerdo del exótico animal regalado al Papa pero que nunca llegó a Roma, víctima de un naufragio frente a la costa de Liguria. Sobre esta celebérrima obra, la directora de los Museos Municipales de Bassano, Chiara Casarin ha organizado una exposición que, por un lado, evoca las vicisitudes y por otro recorre el destino que tuvo este grabado a lo largo de los siglos: el tema del Rinoceronte ha fascinado a numerosos artistas, desde Rafael a Stubbs, Salvador Dalí y Li-Jen Shih, cuyo King Kong Rino se expone en Bassano durante la completa duración de la exposición de Durero en el mirador del Palacio Sturm.
Los bellísimos grabados de Durero están expuestos en dos plantas del Palacio Sturm: la cuarta planta, dividida en 5 salas con techos pintados al fresco y la quinta, una enorme sala open-space con el techo de vigas de madera, destinada a las exposiciones temporales.
La iluminación de la exposición ha debido tener en cuenta una serie de limitaciones: en el palacio no ha sido posible trabajar en las instalaciones. Las dos salas contaban con una iluminación artificial basada en el uso de lámparas de pie y para el montaje de la exposición, el arquitecto Alessandro Pedron pensó desde el principio en construir una vitrina que incluyera un sistema de iluminación. La vitrina cuenta con un brazo que sostiene un Laser Blade XS para la iluminación directa de los elementos expuestos, y para la iluminación indirecta del entorno pero directa de los techos, un Underscore 15. El nivel de iluminación es de 50 lux por la gran fragilidad de los grabados expuestos, y justamente por esta fragilidad de los materiales se ha decidido utilizar un sensor de presencia para activar la iluminación: si no hay visitantes, se apaga la iluminación de los Laser Blade. Por el contrario, la iluminación indirecta funciona siempre con una regulación del 60%.
El sensor de presencia se encuentra instalado debajo de la vitrina y se activa cuando el visitante se acerca a la primera vitrina del recorrido, que es un recorrido guiado y obligado; el sensor enciende las vitrinas de la sala durante dos minutos. Cuando el visitante abandona la sala, la iluminación se mantiene encendida durante dos minutos más y luego se apaga. En el open space de la quinta planta, los tiempos son ligeramente más largos: hay dos sensores y el segundo tiene una duración de 3 minutos porque el espacio es más grande y el visitante necesita más tiempo.
La vitrina ha sido diseñada como un elemento autónomo y completo con Laser Blade, Underscore y la interfaz Bluetooth y comprende un beacon integrado capaz de transmitir contenidos varios. Cada vitrina puede ser regulada y gestionada autónomamente y la gestión se realiza a través de una APP (smartphone), con un escenario “on” y un escenario “off”.
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