Sin la luz del Sol, la vida en la Tierra no existiría. Observando la naturaleza, es fácil notar la influencia de los rayos del sol, no solo en las plantas, que los necesitan para la fotosíntesis, sino también en los animales y en los seres humanos, sin los cuales no pueden vivir, crecer ni prosperar. La luz es también “el instrumento” que nuestro cuerpo utiliza como medida de tiempo para programar sus necesidades. Para explicar la relación entre nuestro cuerpo y la luz, la neuróloga Coline Weinzaepflen escribió e ilustró el cómic
Enlighten your clock: How your body tells time. Publicado para un público joven, en realidad puede resultar muy útil para todos, a la hora de aclararnos los mecanismos biológicos y los efectos de la luz en nuestra vida diaria, por ejemplo, en nuestra salud mental y el sueño. A partir de
Enlighten your clock hemos creado un pequeño diccionario visual sobre algunas palabras clave en la relación entre la luz y el bienestar.
Ritmo circadiano
El término circadiano proviene del latín, circa diem, es decir, “alrededor del día”. Los seres humamos, como también otras entidades biológicas, siguen algunos ritmos temporales marcados por la luz, la cual regula un gran número de actividades de nuestro organismo. El ritmo circadiano sigue la activación rítmica de algunas funciones del cuerpo a lo largo de las 24 h del día como, por ejemplo, la temperatura, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el ciclo de sueño-vigilia.
Melatonina
La melatonina es una hormona producida por la glándula pineal. Descartes la llamaba “el tercer ojo” porque era capaz de “ver” la luz. Se trata de una glándula endocrina que se encuentra en el cerebro y que interviene principalmente en la fisiología del sueño y la regulación del ciclo de sueño-vigilia. La producción y la liberación de la melatonina dependen de las condiciones de exposición a la luz: aumenta durante la noche con la oscuridad y disminuye durante el día.
Cronotipo
¿Alondra o búho? Algunos prefieren despertarse temprano por las mañanas y disfrutar de un desayuno tranquilo y otros desearían pasar toda la mañana en la cama y quedarse a trabajar por las noches hasta muy tarde. Cada uno de nosotros pertenece a un cronotipo específico que indica en qué momentos del día podemos rendir al máximo desde el punto de vista energético. Mientras algunas personas son más activas al despertarse, otras empiezan a cargarse de energía por la tarde y esto también está relacionado con la luz.
Desfase horario social
Tras una noche de fiesta en la que nos vamos a la cama muy tarde, nuestro sistema biológico sufre un desajuste con respecto al reloj biológico que normalmente nos regula. En este caso, se habla de desfase horario social y la expresión deriva del término con el que se designan los efectos causados por el cambio de zona horaria cuando hacemos viajes muy largos en avión. El desfase horario social modifica nuestra rutina diaria pero no tiene efectos nocivos si no se repite con demasiada frecuencia.
En nuestro próximo episodio, analizaremos otras palabras clave para entender cómo nuestro cuerpo mide el tiempo y veremos qué papel tiene la luz en el equilibrio de nuestro ritmo circadiano.