Patrizia Savarese ha trabajado en un gran número de contextos distintos debido a su carrera de fotógrafa y, en la actualidad, es una profesional respetada y conocida a nivel internacional. Sus fotos forman parte de publicaciones importantes sobre la fotografía contemporánea como, lo son, el volumen dedicado en 2017 a los cien años de Nikon y la colección Foto: Box del «Corriere della Sera». En la actualidad, propone un gran número de exposiciones en Italia, Alemania y Francia y ha realizado varios calendarios de autor y talleres en los principales festivales de fotografía. Hemos hablado con ella sobre dos de los temas que suele tratar con más frecuencia y con gran originalidad en sus trabajos: el agua y los alimentos, estudiando con particular atención el uso de la luz.
“Antes de hacer una foto tienes que ser un buen observador. Observando las cosas que me gustan, noto aspectos que quiero reproducir y me pregunto cómo recrearlos en laboratorio”. En el caso del agua, por ejemplo, el objetivo de Savarese no es realizar un reportaje naturalista sobre el mar, los lagos o los ríos, como demuestran los tarros y la vajilla de
Minimal Underwater, colocados dentro de una palangana llena de agua en la terraza de su apartamento de Roma y objeto de un gran número de experimentos con la variabilidad de la luz, las sombras y la transparencia de las gotas, las sacudidas y las salpicaduras. Un metro cuadrado y la luz del sol suelen ser suficientes para estudiar lo que le interesa.
De la serie “Le Conserve Impossibili” del libro MINIMAL
foto in 1 metro quadro (Ed.Blurb) publicado recientemente,
con una historia de la autora en la revista Gambero Rosso
Para su modus operandi, Savarese usa con frecuencia el adjetivo “experimental”, no en su sentido “vanguardista”, sino con sentido “metódico”. Un método que deja espacio a la intuición extemporánea o a la casualidad -sobre todo cuando se enfrenta a sujetos ingobernables como el agua en movimiento- que surgen a lo largo de un proyecto predefinido. “Antes de dedicarme a la fotografía, estudié arquitectura y trabajé durante algún tiempo en estudios de arquitectura y diseño -nos cuenta-. El proyecto es la base de mi formación y creo que es también uno de los elementos más importantes de mis estudios. Intento hacer cosas que tengan sentido de principio a fin. Empiezo en un punto y todas las fases sucesivas tienen que ser lo más coordinadas y coherentes posibles. Busco efectos distintos, sugestiones distintas y, además, con un fuerte carácter experimental. A veces las ideas nacen sobre la marcha. Es muy difícil, pero también es muy divertido”.
Un punto constante de la experimentación es la luz solar: “Trabajé durante bastantes años en un estudio reconstruyendo la luz con el flash y las lámparas, pero desde hace tiempo prefiero trabajar con la luz natural. La encuentro más aventurera. La persigues de la mañana a la tarde, tiene infinitas variaciones según las estaciones y la hora del día. Cambia de color y dirección. Si no entiendes la luz del sol y todas sus variantes a lo largo del día, no entiendes la luz y no puedes hacer fotografías”. Savarese también trasmite esa conciencia a los aprendices más jóvenes con los que colabora: “Cuando trabajo con los jóvenes los estimulo muchísimo a entender, sentir y capturar la luz. La llevamos puesta. La luz del sol nos llega y nos calienta y, como el agua, es vida”.
Del Calendario para la Tipografía de la Cámara de los Diputados - +
“I Colori della Frutta” 2012. La imagen también fue utilizada en
Australia para una campaña publicitaria, a través de Getty Images
Trabajé durante bastantes años en un estudio reconstruyendo la luz con el flash y las lámparas, pero desde hace tiempo prefiero trabajar con la luz natural. La encuentro más aventurera. La persigues de la mañana a la tarde, tiene infinitas variaciones según las estaciones y la hora del día. Cambia de color y dirección.
Aunque puede parecer un límite, elegir utilizar la luz solar significa abrirse a nuevas oportunidades, sin excluir la posibilidad de recurrir a Photoshop para uniformar los detalles mediante postproducción. Para hacernos una idea concreta de los resultados, podemos observar las imágenes en la sección
Food del sitio de Savarese, casi todas ellas realizadas con luz natural en estudios creados tanto en interiores como al aire libre. Un caso muy curioso es el de la serie Verdure volanti: “En realidad no vuelan -explica Savarese-. Están apoyadas sobre una superficie de metacrilato transparente”. Pero entonces, ¿por qué parece que están suspendidas en el aire? “Es un efecto de la luz, que llega desde arriba y desde abajo, anulando las sombras. La luz natural llegaba desde arriba (en algunos casos desde un tragaluz, como hacían los fotógrafos antiguos) y, por debajo del anaquel transparente, un tablero reflejaba la luz para anular las sombras”.
“No me considero una artista -dice Savarese-. Soy una profesional. Hago las fotos con la intención de venderlas”. Aun así, su trabajo suele insistir en algunos temas con la coherencia de un estudio personal. “Claro, cuando estudiaba en el IED, en los años setenta, me interesaban el agua y las transparencias. Fotografiaba trozos de metacrilato”. Por esas cosas de la vida, muchos años después se vio realizando una serie de calendarios de empresa para Teuco utilizando formas de metacrilato transparente sobre escenarios naturales.
Del Calendario para Teuco-Guzzini “Natural Design” 1998
Los calendarios tienen un formato que se adapta al enfoque de proyecto de Savarese: doce
fotografías unidas por un único hilo conductor. Otro calendario, entre los realizados para
Teuco, que Savarese recuerda con particular cariño, es Grafie d’acqua. “Son fotografías que
alcanzaron bastante éxito y que fueron premiadas y, más allá de esto, fueron realizadas con
medios realmente sencillos -nos cuenta. A finales de los años noventa, aún no existía en el
sector de los saneamientos el velo de agua que ahora se suele utilizar en las bañeras y las
piscinas. Pero yo quería realizar un trabajo inspirándome en las fuentes que hay fuera del
Palacio de Justicia en Roma y por cuyo caño sale un velo de agua. Y así, nos inventamos
un canalón por el que el agua entraba y caía. Tuvimos que resolver un montón de
problemas porque el velo de agua se rompía, tuvimos que encontrar la potencia justa de
agua para evitarlo y estudiar un gran número de otros detalles”.
Calendario para Teuco-Guzzini “Grafie d’Acqua” 1999.
Imágenes incluidas en la colección del Corriere “Foto: Box -
le immagini dei piùgrandi maestri della fotografia internazionale”
en 2008 y en el libro conmemorativo publicado en 2017
con motivo de los 100 años de Nikon “It's a Nikon, it's an Icon”,
una colección de 100 imágenes de otros tantos fotógrafos italianos.
Savarese no suele utilizar el blanco y el negro. En esta serie, le servía para concentrar la atención del observador en el efecto del agua y no asocia un valor absoluto a esta elección: “Era una forma de eliminar los aspectos emocionales y evidenciar otros. “La fotografía nació en blanco y negro porque no existía una película en color, no porque una cosa tuviera más valor que la otra. Nosotros vemos en color. Si en ciertos temas el blanco y negro es interesante, es porque representa una abstracción”.