Continúa el viaje para comprender mejor qué papel juega la luz en nuestro equilibrio fisiológico. A través de
Enlighten your clock: How your body tells time, el cómic escrito e ilustrado por la neuróloga Coline Weinzaepflen, deseamos aclarar algunas palabras clave relacionadas con los mecanismos biológicos y los efectos de la luz en nuestra vida. En la segunda parte de este pequeño diccionario hablaremos de la luz y de su efecto sobre el sueño, de lo que sucede cuando dormimos y cuando no podemos hacerlo.
La luz es la clave para entender cómo funciona la relación de nuestro cuerpo con el tiempo. Nuestro ritmo biológico, es decir, nuestro reloj interno, está desfasado con respecto al de las veinticuatro horas en las que se divide una jornada. Nuestros ojos filtran la luz visible que llega a nuestro cerebro y que transmiten si es de día y hay que estar despiertos o si es de noche y hay que ir a dormir. La luz es fundamental para intentar combinar estos dos ritmos, para sincronizar nuestro ritmo circadiano con el entorno que nos rodea. Es la principal herramienta reguladora de nuestro ciclo sueño-vigilia. Esto explica porqué mirar las luces de una cierta intensidad o las pantallas por la tarde y por la noche puede alterar nuestras horas de descanso. La luz de nuestro teléfono móvil nos dice: "es el momento de estar despierto" aunque fuera esté a oscuras.
Nuestro estado de salud psicofísico depende en gran parte de la calidad y del tiempo de sueño.
Nuestro sueño no es siempre igual durante la noche. A lo largo del tiempo, la ciencia ha descubierto que el sueño atraviesa varias fases durante la noche: la fase REM (Rapid Eye Movement) caracterizada por movimientos rápidos de los ojos y que coincide con el periodo de actividad cognitiva más intensa en la que se forman los sueños y las fases no-REM alternas, caracterizadas por la presencia de ondas cerebrales específicas de distinta frecuencia. Su carácter cíclico es fundamental y, para poder descansar y recuperar energía del mejor modo posible, es necesario terminar todas las fases, que suelen durar de seis a nueve horas.
La narcolepsia es una condición que provoca episodios repentinos de somnolencia durante el día, una necesidad inesperada e instantánea de cerrar los ojos y dormir. Este disturbio puede dificultar el trabajo o el estudio. La ciencia nos dice que la narcolepsia puede estar provocada por una falta de hipocretina, también conocida como orexina, en el cerebro. Se trata de un neurotransmisor que actúa en la regulación del intercambio entre vigilia y sueño, así como en la regulación de la fase REM. Por ejemplo, los narcolépticos alcanzan la fase REM mucho más rápido que las otras personas. La narcolepsia no está relacionada con el insomnio común, cuyas causas pueden ser múltiples, una de ellas, por ejemplo, el estrés. Sin embargo, la incapacidad de dormir de manera regular también puede ser el resultado de varios cuadros clínicos como, por ejemplo, del Alzheimer o la epilepsia.