filter search
English - United States flag It looks like you're in North America.

Buscador de códigos

Find the product codes you need by filtering from our whole product range.

Find Codes
Code Finder
Back

Hacerse mayor es viajar hacia la oscuridad

Una revisión de las cuatro temporadas de Stranger Things para sumergirse en un mundo cada vez más oscuro

Tags
Published: 14 sep. 2022
Junto a los Eggo congelados y la gota de sangre que desciende de la nariz de Eleven, quizá, la imagen más icónica de Stranger Things sean las luces de Navidad colgadas por Joyce Byers (Winona Ryder) en la pared de su sala de estar, medio que utiliza para comunicarse con su hijo Will (atrapado en el Mundo del Revés). Las luces son las protagonistas de la primera temporada y se han utilizado para iluminar un gran número de fiestas temáticas surgidas tras el auge de la serie de Netflix o como decoración en las fiestas de Halloween.
La estética de los años 80 de la primera temporada de la serie creada por los hermanos Duffer estaba repleta de color. No obstante, la atmósfera de horror llena de misterio o los elementos nostálgicos de los grandes clásicos –de las historias de Stephen King a las películas de Steven Spielberg– creaban un espacio dominado con frecuencia por tonos naranja y marrón muy cálidos. Por no hablar de la ropa de los personajes, que parecían haber salido de una comedia romántica de John Hughes.
Los nuevos episodios de la cuarta temporada, tan esperados por sus seguidores, no solo han relanzado una antigua lista de Kate Bush, sino que están caracterizados por un cambio en la paleta cromática con preferencia por tonos cada vez más oscuros. Esta vez, la ciudadana americana de Hawkins se convierte en la víctima de un nuevo enemigo, un demonio aterrador llamado Vecna, que nuestros héroes tendrán que afrontar para intentar cerrar para siempre la puerta hacia el Mundo del Revés, descubriendo algunos misterios en los que están implicados varios personajes del pasado.
Este cambio de tonos en la fotografía o la ausencia de colores cálidos con respecto a las temporadas anteriores, se deben a una oscuridad general y progresiva que caracterizan los productos cinematográficos y televisivos actuales (de la que ya habíamos hablado en este artículo) y a la progresión narrativa (y cronológica) de la serie.
En la cuarta temporada, los protagonistas de Stranger Things ya no son niños. Se enfrentan a temas y problemas de adultos como son los sentimientos amorosos de Will hacia su amigo Mike, confirmados recientemente por el actor Noah Schnapp. Los tonos oscuros, la oscuridad y las sombras aumentan a medida que disminuye la infancia. Los protagonistas son menos inocentes, los malos dan más miedo, los espacios son menos acogedores y los problemas son más complejos. La luz y los colores se convierten en un termómetro del tiempo que pasa para Eleven, Mike, Will, Dustin, Max y Lucas, quienes tienen que afrontar sus vidas de adultos dejando atrás el candor de la infancia y la alegría de sus primeras aventuras.