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El maravilloso mundo de Zelda

Descubramos el nuevo capítulo de la saga de videojuegos con más seguidores

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Published: 9 ago. 2023
Link se despierta con un brazo mecánico en una isla suspendida en el cielo. ¿Cómo ha llegado hasta allí?

En The Legend of Zelda: Breath Of The Wild, el capítulo anterior de la saga de Zelda, nuestro héroe había derrotado al temible Ganon, completando su misión y salvando a la princesa Zelda y el reino de Hyrule.

En el nuevo capítulo The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, que Nintendo Switch lanzó en mayo, nuestro héroe (miembro de la tribu de los Hylia, humanos con orejas puntiagudas con las que pueden oír las voces de los dioses), tendrá que aprender a aprovechar al máximo el potencial de su nuevo brazo mecánico y, sobre todo, tendrá que salvar, una vez más, a la princesa Zelda y el reino de Hyrule.

El avance oficial de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

The Legend of Zelda es una saga de videojuegos creada en 1986 por Shigeru Miyamoto y Takashi Tezuka para Nintendo Entertainment System. En treinta y seis años y con veinte capítulos que narran las aventuras de Link en distintas líneas temporales (explicadas a fondo por Polygon), The Legend of Zelda se ha convertido en un pedazo de historia, no solo de los videojuegos sino también de la cultura pop en general, gracias a un universo narrativo de infinitos detalles, una mecánica de juego que mezcla acción, aventura y estrategia, y gráficos que, con el paso del tiempo, han seguido la evolución tecnológica con soluciones nada banales y que sorprenden siempre.

Tears of the Kingdom confirma toda la belleza y la fuerza de esta saga. Entre idiomas antiguos por descifrar y aldeas por construir, entre desafíos y SideQuest, este juego ofrece un universo completo para explorar que no deja de sorprender a jugadores y jugadoras. Según The Guardian (quien concedió cinco estrellas a Tears of the Kingdom) «los adultos olvidamos con facilidad cómo divertirnos. Los juegos como Zelda nos ayudan a recordar que, si miras las cosas con la perspectiva adecuada, puedes divertirte siempre».

Treinta y siete años de Zelda.

Las extraordinarias aventuras de Link, entre monstruos de lava y globos aerostáticos, cascadas, zombis, templos, desiertos, bosques y ciudades volantes se representan gráficamente en cel-shading. Aunque Tears of the Kingdom esté diseñado en un estilo no fotorrealista tridimensional, tiene algo cinematográfico en su efecto final. Es como una película de animación extremadamente inmersiva.

El universo a disposición de los jugadores y las jugadoras es muy amplio. Link no se limita a explorar la superficie de Hyrule (como en el capítulo anterior), sino que sube hasta el cielo, entre las nubes, y se adentra en cavernas profundas, pobladas de seres misteriosos. En este universo de varios niveles con distintos entornos por explorar, cada espacio necesita detalles específicos y colores que definen la atmósfera. Por ello la luz tiene un papel fundamental. Nos dice dónde estamos, define los matices emotivos, entre espacios oscuros iluminados por la luz artificial de las antorchas y lugares al aire libre donde la luz del sol nos muestra tanto los detalles naturales (la flora y la fauna de Hyrule merecerían su propio espacio) como las construcciones que cada uno de nosotros puede crear (y es aquí cuando la fantasía y la creatividad de los usuarios y las usuarias se desata: este sitio recoge las creaciones más sorprendentes).

Para Nintendo, no era fácil afrontar un nuevo capítulo de Zelda tras el éxito mundial de Breath of the Wild, el videojuego apreciado tanto por la crítica como por el público (la cantautora St. Vincent confesó que estuvo jugado unas 300 horas). Tears of the Kingdom no solo se confirma a la altura de su predecesor sino que, de hecho, es como si nuevamente hubiera alzado el listón para alcanzar la perfección. Es un juego que estimula la creatividad de los jugadores y las jugadoras y nos anima a pensar realmente fuera de los esquemas.