5 canciones sobre la luz

“Hoy puedo decir que prefiero la luz a la oscuridad”: esta es la frase que Franco Battiato pronuncia en una antigua entrevista concedida a Video 3, una emisora local siciliana. De aquella entrevista, solo queda un fragmento que se puede ver en YouTube.

En el vídeo, Battiato está sentado en un sillón azul, lleva una chaqueta larga y oscura. Su actitud es la de un místico con la mirada atenta de un sabio. El vídeo comienza con una reflexión sobre la dualidad bien/mal, luz/oscuridad. Es una dualidad de la que no podemos escapar. Nacemos así, pero esto no es un drama, porque “una fuerza negativa refuerza la positiva, debe pasar a través de ciertos estratos” para alcanzar una especie de conciencia que nos permite elegir, como dice Battiato, la luz a la oscuridad. Una de las canciones del cantautor siciliano afronta esta antítesis: La sombra de la luz (incluida en el álbum Como un camello en un canalón, 1991). Fue compuesta en un estado de meditación (como afirma el propio Battiato en Rai Educational) y el narrador invoca la luz de la salvación contra las tinieblas del dolor, la ignorancia y el pecado.

En la música, la luz no aparece solo como antítesis de la oscuridad. Es un elemento narrativo central, un cruce importante por el que pasan muchas de las historias cantadas y tocadas. Hemos elegido 5 canciones protagonizadas por la luz.

La historia autobiográfica narrada en esta canción oscila entre la vida y la muerte. Hace unos años, Bono Vox, líder de este grupo irlandés, estuvo a punto de morir en un grave accidente de bicicleta. Desde la primera estrofa, el yo narrador admite que no debería estar contando su experiencia, que debería estar muerto. Su historia pasa a través de las luces que tiene (o tuvo) ante sus ojos. La luz sobrenatural de la experiencia al límite de la muerte (near death experience), la luz intermitente de los servicios de socorro, la luz deslumbrante del quirófano, la luz al final del túnel llena de esperanza, la luz protectora y familiar de la casa a la que puede volver tras escapar de la muerte.

Antes que por Kim Kardashian, el corazón de Kanye West latió por otras mujeres. En Flashing Lights (del álbum Graduation, 2007), el rapero de Atlanta no logra dejar de pensar en su antigua novia. La acusa de ser materialista (“She don't believe in shootin' stars / But she believe in shoes and cars”) pero sufre cuando ella le deja y se siente como si le hubiera pasado por encima el huracán Catarina. Kanye intenta ordenar sus sentimientos y sus emociones, pero le interrumpen los flashes de los paparazzi. En este caso, la luz es agresiva, es la materialización de un ataque dirigido contra la esfera privada, un obstáculo que impide a Ye vivir sus sentimientos tranquilamente, sin dejarse aplastar por ellos.
 

Uno de los tópicos de la narrativa romántica exige la correspondencia entre la interioridad del protagonista y el paisaje que le rodea. Incluso después de dos siglos, este tópico sigue conservando su vitalidad como se demuestra en NYC de los Interpol. El narrador está solo y herido, como la ciudad que le rodea, la Ciudad de Nueva York tras el 11 de septiembre. El punto de inflexión es el estribillo: Nueva York se preocupa por ti (“New York Cares”, un intento de reelaborar el significado del famoso acrónimo NYC y, probablemente, una referencia a la asociación de voluntarios New York Cares). La esperanza renace, literalmente, en la conclusión. El narrador es consciente de que es responsabilidad suya volver a encender las luces en su vida, del mismo modo que New York City ha vuelto a encender sus brillantes luces para superar el periodo más oscuro de su historia.  

La confianza entre dos seres humanos también puede ser una cuestión de iluminación. En esta canción de 2014 (incluida en LP1), FKA twigs habla del delicado equilibrio de fuerzas que se crea en una relación de pareja. Las luces y las sombras se utilizan para mostrarse u ocultarse a los ojos del otro. La identidad de él está definida por el modo en que interactúa a la luz, es decir, ante los ojos de la sociedad (“'Cause the man that you are is defined / By the way that you act in the light”), pero son sus zonas oscuras las que hacen retroceder a su pareja (“You'll be the first one to find / The shadows that make the girl you undo”). En el estribillo surge claramente el tema de la confianza, la clave que resuelve la relación entre la narradora y su pareja. El yo narrador afirma que solo podrán hacer el amor con las luces encendidas cuando confíe en él. 
Aquí, la luz es fundamental. Muestra a las personas por aquello que son, con sus imperfecciones y sus defectos, con la mortalidad grabada en los cuerpos desnudos. Elegir mostrarse al otro bajo la luz (descrita con fría objetividad, no tiene connotaciones positivas ni negativas) significa mostrar una desnudez que no es solo del cuerpo sino, en un nivel metafísico, es también del alma, de la personalidad y del carácter de la narradora. 

Este viaje a través de la luz que ilumina la música solo podía terminar como se inició. Volvemos a Franco Battiato y su última y definitiva canción.
Desde una dimensión cósmica en “ausencia de tiempo y de espacio” se irradian un sonido y, sobre todo, una luz que se expanden por todo el universo. Esta luz facilita la transición narrativa de la infinita grandeza del cosmos a la infinita pequeñez de los destinos humanos. La luz toca también a los ciudadanos del mundo que “buscan una tierra sin fronteras”; se posa sobre sus vidas como un bálsamo porque les recuerda que la existencia no termina con la muerte, sino que se repite cíclicamente hasta liberarse por completo de los límites físicos de nuestros restos mortales.