Desde los primeros versos –desde el primero para ser exactos– de la Divina comedia, Dante Alighieri diseña una oposición rica de significado entre luz y sombra. La selva donde se pierde es “oscura” y su primer instinto para huir de ese lugar aterrador es buscar la luz, dirigiéndose hacia la cima de la colina detrás de la cual se intuyen los primeros rayos del sol. Como ya sabemos, le bloquearán su camino tres bestias salvajes y será el alma del poeta latino, Virgilio, la que vendrá en su ayuda con una noticia inesperada: antes de poder ver nuevamente la luz, el protagonista deberá atravesar el lugar más oscuro de todos, descendiendo al infierno donde no llegan los rayos del sol, para después, pasando por el purgatorio, visitar los cielos del paraíso.
La entrada en los tres reinos tiene lugar en distintos momentos de la jornada: aún es de noche en el valle desde el que Dante accede al infierno, donde conocerá la peor ruindad y la maldad de la que son capaces los hombres; al alba, llega a los pies del monte del purgatorio donde las almas vislumbran la esperanza de alcanzar la plena expiación de sus pecados para poder ser admitidas finalmente ante los ojos de Dios y, al medio día, inicia el ascenso al paraíso donde la luz divina –símbolo de salvación– que irradian los ángeles lo ilumina todo.
Si bien es cierto que la interpretación del valor alegórico y religioso de la luz era inmediato para el lector cristiano de la Edad Media, Dante no se inspiró solo en el patrimonio de conocimientos relativamente comunes. Los reelaboró y se ganó la fama de la que aún disfruta gracias a la fuerza del imaginario creado. En 2021, se celebra el 700 aniversario de la muerte del poeta florentino: una óptima ocasión para reflexionar sobre la cantidad y la variedad de inspiraciones que su obra más famosa ofrece.
No parece existir un campo del arte inmune a la influencia de la Divina comedia, ni siquiera entre los que se han desarrollado en los últimos tiempos. En este artículo ilustraremos un pequeño pero significativo ejemplo de obras inspiradas en el imaginario dantesco, que ni siquiera el propio Dante habría podido prever: un videojuego, un álbum hip hop y un manga.
El canto que ha dejado el legado más emblemático en el mundo a lo largo del tiempo es sin lugar a dudas el infierno, probablemente porque usa el lenguaje más comprensible y las metáforas más cotidianas y muestra los personajes más humanos y falibles. Las palabras de los condenados no necesitan comentarios doctos para implicarnos. Nos cuentan de manera indirecta ciertos aspectos de nuestra experiencia terrenal, plagada de pequeños y grandes motivos para sentirse débiles o culpables, en lugar de evocar en nosotros una aspiración a la beatitud del alma que, en la actualidad, no es tan frecuente como podía serlo en la península italiana del siglo XIV.
No parece existir un campo del arte inmune a la influencia de la Divina comedia, ni siquiera entre los que se han desarrollado en los últimos tiempos.
Avance del videojuego Dante’s Inferno
Existen al menos tres videojuegos inspirados en el infierno de Dante. Dos de ellos se lanzaron en los años 80, mientras que el último y más conocido es de 2010. Estamos hablando de Dante’s Inferno, realizado por Electronic Arts para Playstation 3 y Xbox 360.
En este juego, el Dante Alighieri que podemos guiar a través de los círculos de las almas condenadas viaja en compañía del poeta Virgilio y ama a Beatriz, pero estas son las únicas características que comparte con el protagonista de la Divina comedia original. El personaje es un caballero templario recién llegado de la Tercera Cruzada (evento que en realidad tuvo lugar unos cien años antes de que naciera el Dante histórico) que tiene que afrontar una serie de aventuras rodeado por llamas y demonios para salvar a su amada Beatriz de las garras de Lucifer, que la ha secuestrado. Virgilio no es el guía desinteresado que acompaña al discípulo hasta las puertas del paraíso ante las que desaparece por no poder continuar adelante debido a su condición de pagano no bautizado; por el contrario, en el videojuego, el poeta espera que Dante interceda por él para que le acepten en el Reino de los Cielos.
Monje guerrero, Dante se defiende de los ataques de los diablos y los condenados blandiendo una guadaña y un crucifijo. Con este último, puede elegir si condenar o desintegrar a los enemigos o absolverlos y salvar su alma.
Infernum
Desde la izquierda: Murubutu y Claver Gold
Para muchos, el verdadero infierno no es un abismo cónico bajo Jerusalén, sino la vida diaria con sus dificultades económicas, la discriminación social y los problemas psíquicos o físicos. Estos argumentos son bastante frecuentes en el universo hip hop y suelen estar asociados a un fuerte deseo de redención social. Lo que no es nada común, es tratarlos en un álbum repleto de citas dantescas, tal y como lo han hecho en 2020 los raperos italianos Murubutu y Claver Gold en Infernum.
Las 13 canciones de Infernum, que con sus títulos evocan lugares o personajes de Dante, no son una paráfrasis del canto sino un itinerario a través de temas actuales como la adicción a sustancias, el acoso cibernético, la prostitución o el individualismo. En este infierno, se precipita sin culpas y sin juicios morales y los dos raperos se identifican con los personajes de su historia.
Infernum se ha convertido también en un libro, con los comentarios de Patrick Cherif
y las ilustraciones de Roby il Pettirosso
El proyecto puede parecer algo ambicioso a quienes nutren un prejuicio negativo sobre los conocimientos de literatura medieval de estos dos raperos. Sin embargo, Murubutu es profesor de filosofía e historia en la escuela secundaria y suele insertar en sus rimas destacadas referencias culturales.
La Divina Comedia de Go Nagai
Portada de la edición italiana de La Divina comedia (J-Pop) de Go Nagai
el autor en el Japan Expo 2008 de París (foto: Georges Seguin)
Es cierto que en Italia y en Europa todos saben algo de historia medieval del continente y de doctrina católica y conocen, al menos a grandes líneas, la estructura general de la Divina comedia, sin embargo con el público japonés no ocurre lo mismo. Por eso, un importante autor manga como lo es Go Nagai eligió compartir con sus connacionales su pasión por la obra de Dante mediante una adaptación divulgativa, La divina comedia (en japonés, ダンテ神曲, Dante Shinkyoku).
Publicada entre 1994 y 1995 en Japón y traducida a otros idiomas por su valor intrínseco, La divina comedia de Go Nagai dedica 500 de sus 700 páginas al infierno.
A la izquierda, la ilustración de Gustave Doré (1832-1883) dedicada al círculo de los lujuriosos;
a la derecha, el homenaje de Go Nagai
La inspiración literaria era ya de por sí todo un reto y sin embargo el autor (ya famoso por haber creado los personajes Mazinger, Ufo Robot Goldrake, Jeeg robot de acero y Devilman) decidió enriquecer todavía aún más su trabajo eligiendo la referencia figurativa más elegante a su disposición: las ilustraciones que Gustave Doré realizó para la edición francesa de la Divina comedia en 1861. En el manga, Go Nagai reproduce las imágenes con precisión y originalidad, logrando recrear la misma atmósfera sombría y angustiosa −que actualmente llamaríamos horror− por las que las ilustraciones de Doré son inmortales.